El libro que cambió mi vida

Hace algo más de un mes el corazón me temblaba al pensar que mis torpes palabras agolpadas en versos y más versos iban a salir a la luz, a dejar de ser mías para estar a disposición de aquel que quisiera leerme.

No vengo a mentiros, su publicación no cambió mi vida, ni mucho menos puso mi mundo de patas para arriba. Sin embargo, todo su proceso hasta llegar a este punto sí implicó muchas y muy diferentes cosas para mí.

En primer lugar, para aquellos que aún no conocéis mucho de este proyecto, o inclusive de mí, anotar al margen (pero en fosforito y subrayado) que soy un alma cursi ahí donde las halla. Llevo escribiendo diarios desde que prácticamente tengo uso de palabra y (co)razón, con lo cual no es difícil adivinar que, sumando estos dos factores, he conseguido que con los años y las experiencias que he ido viviendo, acercarme más íntimamente a la poesía y esbozar acordes gramaticales de lo que mi alma de intensita iba sintiendo.

Una vez llegados a este punto, presento el libro en cuestión: Poemario al vacío (clikeando en el título se os redireccionará a la web online creada para su compra).

Que ¿por qué todo esto? Pues bien, aún yo misma sigo buscando explicaciones a mis acciones. Pero vivo a base de impulsos, y eso es algo que no podré cambiar jamás. Y aunque la idea de publicar era algo que negaba llegar a hacer, un par de años atrás una editora consiguió despertar este nuevo interés en mí. Y esperé el momento… más que esperar, diría que llegué a desesperar. Porque no me sentía preparada a abrirme en canal, porque sentía que me quedaba muy grande la palabra de «escritora», por mis miedos más enormes y feroces al eco que todo esto producía dentro y fuera de mí. Pero el impulso me pudo, y el confinamiento reactivó esa llamita aún latente. Y así fue, tras unos meses de mucho trabajo y un verano muy convulso, nació este breve poemario.

Para entenderlo mejor, quizás una explicación del título pueda serviros de ayuda o incluso os anime a indagar más a fondo en la lectura.

‘Al vacío’, ¿qué llega a significar el vacío?¿algo real o todo es basado en términos metafísicos?

El vacío puede encontrar su razón de ser en el universo, un infinito y peligroso abismo; también puede guardar relación con la manera de comprimir y enmarcar sentimientos. Puede que ambas sean la respuesta, o puede que ninguna de ellas. Esto es algo que el lector deberá de resolver por sí mismo, ahondando en aquello que palpita aún, latente y vivo.

Mi propósito con esto era compartir un poco más en profundidad, la vorágine en la que estos meses he estado sumergida y que me han hecho desconectar para reconectar con las emociones que hay disfrazadas de letras, metáforas y ritmos entre las páginas de este libro. Sus poemas y todos aquellos que no cruzaron la línea de meta (para ser publicados) me han ido salvando de mí misma. Del negacionismo barato, el sentimentalismo y la autocompasión sin hacer balance ni crítica en mis acciones; escucharme en silencio, a mis alegrías infinitas pero también aprender a ponerle nombre a mis dudas, miedos y daños. En especial a los daños, porque no hay puñal más doloroso que aquel que se nos clava en el interior por no encarar sentimientos a tiempo. Ya lo decía Cortázar, «¿de qué te sirve huir si lo llevas dentro?». Estos versos han sido devorarme por dentro y construirme, de noche en noche, de luna a luna.

Con esto termino mi soliloquio, no sin antes agradecer a todas personas que en estos años me han escuchado cuando mis poemas aún solo eran eso, poemas encerrados en páginas. Espero de corazón que esto anime a más de uno a leerme, pero sobretodo a escucharse y a construir en palabras lo que retiembla dentro de uno mismo.